Waiting

Yo siempre estaré aquí, esperando tu llamada a las 7 am para que te vaya a buscar porque estás realmente borracho, tus besos en la frente, los mordiscos en la mejilla y nuestras guerras de almohadas. Yo siempre estaré apoyada en ti, porque eres mi apoyo, me acurrucaré sobre ti y me dormiré sobre tu pecho. Yo siempre te escribiré mensajes en la espalda y siempre que suene el teléfono correré creyendo que eres tú. Esperaré los minutos, horas, días, meses e incluso años que sean necesarios, como siempre he hecho, desde que era una niña y por casualidad te vi.
Porque sé que hay historias que no necesitan ser acabadas con una vulgar circunferencia, y porque aunque no lo puedas decir, me quieres a veces

Día abriloso

Sólo he querido una vez, y con la intensidad que sólo los locos conocen. Con la inocencia de los niños y un empeño interminable, queriendo dar lo mejor de mí, viviendo lo bueno, lo malo y lo peor. Creando historias que me han hecho fuerte, o débil. Que me hicieron tan feliz que llegaron a doler hasta tal punto que te provocan sufrir. Así que me propuse menguar mi corazón, y dejó de funcionar como es debido. Traté de engañarme a mí misma y a los demás, y lo conseguí. Delimité mis sentimientos y me marqué unos límites.

Ha habido muchos chicos en mi vida, infinitos filtreos y miles de tonteos. Placer gratuito, deseos de cosas imposibles que llegaron a ser alcanzadas. Momentos fugaces olvidados al acabar la noche, o recordados a la mañana siguiente. Varias camas destrozadas. Ebriamente inseparables, y emborrachados de sonrisas. Resacas compartidas y tardes de cine, o de cervezas interminables, o de cafés azucarados y noches de verano. Es decir, 10 de arena y ninguna de cal, todo bien. Porque no merece la pena iniciar un comienzo que predice un final.

Pero en días moñas como hoy, rememoras y piensas que todos debemos ilusionarnos y preguntarnos alguna vez ¿Quién me ha robado el mes de Abril?