miércoles, 6 de abril de 2011

Día abriloso


Sólo he querido una vez, y con la intensidad que sólo los locos conocen. Con la inocencia de los niños y un empeño interminable, queriendo dar lo mejor de mí, viviendo lo bueno, lo malo y lo peor. Creando historias que me han hecho fuerte, o débil. Que me hicieron tan feliz que llegaron a doler hasta tal punto que te provocan sufrir. Así que me propuse menguar mi corazón, y dejó de funcionar como es debido. Traté de engañarme a mí misma y a los demás, y lo conseguí. Delimité mis sentimientos y me marqué unos límites.
Ha habido muchos chicos en mi vida, infinitos filtreos y miles de tonteos. Placer gratuito, deseos de cosas imposibles que llegaron a ser alcanzadas. Momentos fugaces olvidados al acabar la noche, o recordados a la mañana siguiente. Varias camas destrozadas. Ebriamente inseparables, y emborrachados de sonrisas. Resacas compartidas y tardes de cine, o de cervezas interminables, o de cafés azucarados y noches de verano. Es decir, 10 de arena y ninguna de cal, todo bien. Porque no merece la pena iniciar un comienzo que predice un final.
Pero en días moñas como hoy, rememoras y piensas que todos debemos ilusionarnos y preguntarnos alguna vez ¿Quién me ha robado el mes de Abril?

2 comentarios:

  1. seguro que tu también lo guardabas en un cajón, de ahí los roban todos

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  2. Me he sentido tan identificada con tu texto... Limitar sentimientos y enfriar el corazón, para que no puedan hacerte daño y todo sea bonito. Pero, no será que es MIEDO?

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