Sólo he querido una vez, y con la intensidad que sólo los locos conocen. Con la inocencia de los niños y un empeño interminable, queriendo dar lo mejor de mí, viviendo lo bueno, lo malo y lo peor. Creando historias que me han hecho fuerte, o débil. Que me hicieron tan feliz que llegaron a doler hasta tal punto que te provocan sufrir. Así que me propuse menguar mi corazón, y dejó de funcionar como es debido. Traté de engañarme a mí misma y a los demás, y lo conseguí. Delimité mis sentimientos y me marqué unos límites.
Ha habido muchos chicos en mi vida, infinitos filtreos y miles de tonteos. Placer gratuito, deseos de cosas imposibles que llegaron a ser alcanzadas. Momentos fugaces olvidados al acabar la noche, o recordados a la mañana siguiente. Varias camas destrozadas. Ebriamente inseparables, y emborrachados de sonrisas. Resacas compartidas y tardes de cine, o de cervezas interminables, o de cafés azucarados y noches de verano. Es decir, 10 de arena y ninguna de cal, todo bien. Porque no merece la pena iniciar un comienzo que predice un final.
Pero en días moñas como hoy, rememoras y piensas que todos debemos ilusionarnos y preguntarnos alguna vez ¿Quién me ha robado el mes de Abril?
seguro que tu también lo guardabas en un cajón, de ahí los roban todos
ResponderEliminarMe he sentido tan identificada con tu texto... Limitar sentimientos y enfriar el corazón, para que no puedan hacerte daño y todo sea bonito. Pero, no será que es MIEDO?
ResponderEliminar